Rosario Murillo, Vice-Presidenta de Nicaragua, saludó al pueblo nicaragüenses, reconociendo que hay una buena parte de las familias que aún están visitando a sus familiares en otros municipios, o disfrutando de estos días que son de unión familiar, que son de reflexión.
Dijo que son días de celebración de las familias trabajadores, pero también días de reflexión, “todos los días, para pensar, para sentirnos honrosos, orgullosos de ser nicaragüenses, dignos por gracia de Dios”, subrayó.
Destacó que la palabra nicaragüense es sinónimo de dignidad, no de indignidad, no de servilismo a los amos de otras tierras, “No. Los nicaragüenses hemos sido admirados, y reconocidos en el mundo por ese espíritu de dignidad nacional que vamos a estar celebrando, honrado el día de mañana, comprometiéndonos a que desde ese espíritu de dignidad nacional, ratifiquemos todos los días nuestro sentido de libertad, nuestro sentido de fraternidad, de solidaridad, de complementariedad. Nuestra hermandad y nuestra condición de familia, nicaragüense, gran familia nicaragüense, desde nuestro espíritu de dignidad nacional”.
Recordó la Compañera Rosario que este 3 de mayo es día de la Santa Cruz, “desde pequeña recuerdo las cruces enfloradas en los caminos de Masaya, de Niquinohomo, los lugares que visitábamos, lugares de dónde venimos, y esas flores de mayo, las sartas de sacuanjoches enflorando las cruces, son expresión de nuestra devoción y ojalá, cumplimiento de nuestros mandamientos de la ley de Dios, de amar a Dios sobre todas las cosas y ver el rostro de Cristo Jesús en el prójimo, como mandato supremo de nuestro cristianismo”.
“Así vamos, así vivimos, así sentimos y así queremos sentir y vivir, esta Nicaragua de tradición, esta Nicaragua de fuerza espiritual inmensa, esta Nicaragua de fuerza, de fortaleza, de amor al prójimo. Pueblo que vence, pueblo de Dios, pueblo que vence con dignidad nacional, pueblo que vence con amor, pueblo que va adelante construyendo el porvenir”.