El Presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra y la Vice-Presidenta Rosario Murillo, participaron este viernes 23 de abril en el acto de clausura del Foro “Reencuentro con La Madre Tierra”.
El foro fue convocado por el hermano Presidente de Bolivia, Luis Alberto “Lucho” Arce Catacora, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra.
En su intervención, el Presidente de Nicaragua expresó que el cambio climático es un tema crucial para el futuro de la humanidad y el punto determinante para poder abrir las puertas a probabilidades de sobrevivencia de la especie humana.
“Decimos probabilidades, porque ya sabemos cómo este tema ha sido abordado en diferentes reuniones a nivel global”, remarcó.
“La Madre Tierra como todos sabemos, la comunidad mundial lo sabe, lo señala, pero están de por medio los intereses del modelo económico que se ha establecido en el planeta a lo largo de su desarrollo, pasando por algunos procesos que apuntaban en la dirección correcta, pero que por apuntar en la dirección correcta fueron agredidos, atacados, bloqueados, por el capitalismo global. Al final, ante tanta presión, ante tanta demanda de la humanidad, ante tanta tragedia a la vista de todos, se lograron los famosos acuerdos del mundo desarrollado con el mundo en vías de desarrollo y de ahí surgieron las diferencias, las discusiones, que son, hoy, las que se debaten con una gran urgencia, porque el último acuerdo, que fue el Acuerdo de París, ahí estaba claro, –dicho no por las fuerzas políticas, dicho no por los Gobiernos, sino afirmado, asegurado y demostrado por la ciencia. La ciencia indicaba con toda claridad, sobre las metas que debían alcanzarse para poder contener el avance del calentamiento global y ahí ir logrando una recuperación lenta y gradual de las raíces de la Madre Tierra”, expresó el mandatario.
Recordó que la discusión se centró en las metas que se establecieron en el acuerdo. “Y los países del ALBA, en ese momento, estábamos claros, de que las metas que se establecieron ahí no eran las metas correctas, y no porque los gobernantes, los presidentes de los países del ALBA fuésemos científicos, simplemente porque nos guiábamos por lo que señalaban claramente los científicos, la ciencia de los mismos países desarrollados”.
En ese sentido, señaló que en aquel momento era necesario establecer metas realmente que aseguraran que los objetivos de los acuerdos se iban a alcanzar “y ahí fue la discusión, sobre las metas, sobre el calentamiento y la argumentación de uno y otro lado. Al final, se impuso la meta que todos sabemos es una meta que es inalcanzable. Se impuso la meta de los 2 grados.”
“Nosotros ante esas circunstancias, dijimos: ‘mejor ni firmar’. Porque estamos firmando algo que la ciencia señala, y la vida y la realidad nos indican que, no se va a cumplir con los objetivos y que el agua seguirá siendo cada vez más escasa; que los bosques irán siendo cada vez más escasos; que la vida en los bosques, que la vida en los mares también será cada vez más escasa y sobre todo que en medio de todo esto, los fenómenos de la naturaleza, el crecimiento de las aguas y por lo tanto la invasión de esas aguas sobre poblados enteros, sobre todo sobre poblaciones que se encuentran en territorios, donde continuamente se ven ya afectados por lo que son los fenómenos de la naturaleza y aquí en la región tenemos zonas altamente vulnerables”, valoró.
“Todas las zonas del Caribe, todas las islas del Caribe e igualmente las riberas del mar Caribe, el litoral del mar Caribe son continuamente afectadas y sea por inundaciones, sea por huracanes, sea por ciclones y tenemos entonces, no solamente el daño material, no solamente el daño a la naturaleza, sino que también tenemos el daño a la especie humana”, agregó.
El Presidente advirtió que “es urgente que ejerzamos una mayor denuncia y presión a nivel global frente a los poderosos, que son los que determinan al final de cuenta, hasta dónde pueden llegar los pasos que puedan dar, o que deben darse, para enfrentar el problema del cambio y el impacto del cambio climático”.
En ese sentido, manifestó que “se ha hablado de recursos financieros. Miles de millones de recursos financieros que no fluyen hacia donde deberían de fluir y por tanto su impacto sigue siendo mínimo totalmente”.
“El efecto de toda esta situación: ¿Dónde tenemos acuerdos? El Acuerdo de París, el acuerdo de gobiernos, que se dicen gobiernos muy serios, muy respetuosos, pero que están aferrados a un acuerdo que no le da viabilidad a esta lucha, sino que lleva a la muerte”, advirtió.
demás, expuso que “en los diferentes foros que se han venido luego desarrollando después de la reunión de París, se ha hablado mucho del Fondo Verde, se ha hablado mucho de la movilización de recursos, para financiar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo, que es crucial para que los países en desarrollo sean protagonistas en esta lucha para alcanzar la meta y de limitar el 1,5, porque ahora es 1,5 esa, ya no hay 2, es 1,5 y como decíamos, muchos proyectos se han presentado, pero la verdad es que poco es lo que realmente avanza, lo que realmente se ejecuta y los efectos del cambio climático, los efectos de los gases, los efectos de la destrucción de la naturaleza, los tenemos a la vista”.
El Comandante Daniel Ortega dijo que “nosotros nos unimos a estas voces que son discordantes con las voces que se reúnen al llamado de los países desarrollados”.
“Ellos tienen sus tiempos, tienen la potencia y la fuerza para imponer sus tiempos y para imponer sus normas y para retirarse de estos acuerdos cuando así lo desean, cuando así lo consideran. Para modificar estos acuerdos, incluso, ya sobre la marcha desde lo que fueron los Acuerdos de Kyoto como punto de partida de un gran diálogo mundial y luego se venían dando traspiés, un nuevo impulso en la cumbre de París, pero donde había mucha buena voluntad de una parte de los países, pero pesaban más los intereses del capital, pesaban más los intereses de la industria militar, porque bien sabemos que se colocan con mucha mayor facilidad recursos en los presupuestos de los países desarrollados, recursos para la guerra, recursos para modernizar aún más el armamento atómico, recursos para invadir, agredir a pueblos que luchan por su soberanía, luchan contra la pobreza, se utiliza el recurso que les da la fuerza militar y la fuerza del capital para imponer una política tiránica ante el mundo y en lugar de ayudar a contribuir a que los países en vías de desarrollo puedan contar con más, mayores y mejores recursos para enfrentar problemas elementales como es el problema el hambre, de la pobreza, de la extrema pobreza, de los servicios básicos para la población, lo que hacen es castigarlos, torturarlos, sancionarlos, violar los derechos humanos de pueblos enteros como lo hacen con el hermano pueblo de Cuba, con el hermano pueblo de Venezuela, como lo hacen con pueblos que ellos consideran que hay que castigar, que hay que sancionar donde no escapa casi nadie y lógicamente Nicaragua es víctima de esas sanciones”, denunció.
“No hay pensamiento en la cúpula de los países desarrollados para tratar estos temas de forma verdaderamente inteligente y racional, porque lo que provocan es el caos, agudizan la pobreza, agudizan el dolor y la violación de los derechos humanos en los pueblos que agreden con sanciones y que agreden también con ocupaciones militares, con bombardeos, porque no hemos llegado todavía al siglo donde ya dejen de explotar las bombas de los países imperialistas sobre los países en vías de desarrollo”, indicó.
El Presidente Daniel Ortega manifestó que “esta es una batalla, queridos hermanos, todos lo sabemos, una batalla. Una batalla que se luce desigual por el poderío de quienes realmente no han tomado en serio ni toman en serio lo que dicen los científicos de sus propios países sobre el calentamiento global, sobre la destrucción del planeta. No los toman en serio. Incluso llegan a decir que esas son falsas ideas, falsas hipótesis, que eso no es cierto y que por lo tanto no tiene sentido. Eso es lo que piensan en el fondo y por eso actúan de esa manera, haciéndole un daño enorme al planeta y sobre todo violando los derechos humanos de todos los pueblos del planeta y desgarrando los recursos naturales, destruyendo los recursos naturales”.
Ante este contexto, indicó que “seguimos en la batalla, y la batalla la damos con nuestras palabras y la damos con lo que podemos hacer en nuestros países en función de recuperar un poco de la naturaleza que ha sido depredada, que ha sido destruida, pero sabemos que la gran batalla tenemos que darla todos y estamos seguros de que llegará el momento en que los pueblos de los países desarrollados que ya han venido haciendo escuchar su voz en contra de esas políticas que están destruyendo la vida, que están destruyendo el planeta, que viven condenando las políticas de sus gobiernos, las voces de esos pueblos unidas a nuestras voces lograrán alcanzar la unidad en la acción ¿para qué? para que cambie de rumbo el planeta, en tanto cambien de actitud los que hoy tienen la dirección de los países del mundo desarrollado en el planeta tierra”.