CONSERJES FUNDADORAS DEL IML CUENTAN SUS EXPERIENCIAS


La primera delegada administrativa y cinco conserjes fundadoras del Instituto de Medicina Legal (IML), contaron sus experiencias en esta institución, que arribó recientemente a su vigésimo tercer aniversario de fundación.
La licenciada Eleine Castro de Dubón, abogada y primera administradora del Instituto de Medicina Legal, inició a trabajar en el Poder Judicial en noviembre del año 1998, antes de la creación IML, de la mano con el doctor Hugo José Argüello Martínez.
“Antes de irnos al nuevo edificio, ocupamos una oficina chiquita ubicada en la Corte Suprema de Justicia, donde teníamos solamente un escritorio y dos sillas y desde allí comenzamos a darle forma, mientras las instalaciones del IML todavía estaban en construcción”, recordó la licenciada Castro.
La primera delegada administrativa del IML recordó que en esa época “habían 65 trabajadores, que incluía a médicos, personal administrativo y de la morgue. Inicialmente las oficinas eran solo la Dirección, Subdirección, Administración y Morgue. Después se creó Toxicología, Histopatología, Patología y el área de Seguridad”.
“La función primordial del IML ha sido servir a la población, a través de dictámenes médicos elaborados por los peritos forenses que atienden en las clínicas. El Instituto ha crecido en infraestructura y personal, con el que se está brindando un buen servicio”, dijo Castro, quien en el año 2007 pasó a integrar la asesoría legal del IML.
Una vez creado e instalados en el edificio del IML, aseguró Castro, iniciaron sus labores las compañeras conserjes, que aún continúan apoyando incondicionalmente a la institución, como es el caso de doña Cándida Rodríguez, conocida cariñosamente como “Candidita”, quien ingresó en 1999.
“Fuimos las primeras en venir a limpiar todo el nuevo edificio. Fue maravilloso, todo era nuevo y la comunicación era excelente entre jefes y compañeros”, aseguró Rodríguez, agregando que “teníamos todos los instrumentos de trabajo, éramos cinco conserjes y hacíamos la limpieza rápido, pues eran pocas áreas”, dijo Candidita.
Contentas
Julita Duarte es otra trabajadora fundadora del IML quien ingresó al Poder Judicial en el año 1998. “Las condiciones en ese entonces eran buenas, ahora se ha elevado el número de conserjes, pero yo sigo contenta con toda la familia que he encontrado aquí; siempre ha habido buen trato”, dijo.
Marta Sánchez Hurtado, conserje fundadora, ingresó al IML el 1 diciembre de 1999.
“La Martita” como todos le dicen en el IML a Marta Sánchez Hurtado, conserje fundadora del IML, aseguró que con las cinco conserjes que había era suficiente para atender a los pocos trabajadores en ese momento. “Recuerdo que ya a las 7 de la mañana estaba todo limpio. Extraño esos tiempos”, manifestó.
Johana Cano --otra fundadora del IML-- también aseguró que “todo comienzo es bueno, ha pasado el tiempo y me sigo sintiendo igual, a gusto. Actualmente las instalaciones del IML han crecido y hemos mejorado la limpieza de los edificios”, dijo Cano.
Por su parte Patricia López, otra integrante del grupo de conserjes que ingresó al IML en 1999, cuenta que “recién venida fue alegre, primero porque era madre soltera con un niño de 6 años e ingresar al IML fue una bendición; segundo, porque iba a contribuir a mantener limpio el ambiente y me iba a desempeñar bien en mi trabajo, así como hasta el momento lo he realizado”.
“Hoy el IML es más amplio, bonito y organizado. Todas las metas alcanzadas es gracias a las autoridades de la Corte Suprema de Justicia que nos ha apoyado. En cuanto a mis relaciones laborales siempre han sido muy buenas, antes y ahora siguen iguales; aquí nos vemos como familia”, afirmó Patricia quien ahora es telefonista en la recepción del instituto.