* Entre lágrimas y reclamos acordó con su ex pareja comprar un teléfono celular para comunicarse con el niño todos los días por la tarde y la noche.
Un padre obtuvo el cuido y crianza de su menor hijo durante una audiencia en el que su ex pareja, que trabaja como asistente del hogar, se mostró extremadamente nerviosa y enojada, pese a lo cual accedió a que el niño viva con su padre.
Muchas veces las y los jueces hacen gala de paciencia franciscana y llaman a la calma, cuando uno o ambos miembros de la pareja en conflicto se exalta durante la audiencia, como en este caso.
En febrero pasado, el hombre de 39 años presentó ante el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito de Familia, una demanda de régimen de comunicación, visita y pensión de alimentos contra la madre del niño, quien al ser notificada del proceso prefirió no contestar la demanda.
El 27 de abril, día de la audiencia inicial, la mujer se presentó visiblemente sobresaltada y llorosa, diciendo que estaba de acuerdo con que el niño viva con su padre y que se relacione con ella un fin de semana cada quince días, y por teléfono todos los días a las dos de la tarde y nueve de la noche.
Por este año, a la madre del menor le tocará asumir en un 50 por ciento los gastos escolares de su hijo; el próximo, la responsabilidad la asumirá el padre en un cien por ciento, ya que está dispuesto a trasladarlo a un colegio privado.
En la fase conciliatoria de la audiencia, explicó que hasta hace poco tiempo su hijo permanecía con la abuela materna mientras ella trabaja, ya que su descanso es cada 15 días, razón por la que accedió a que el menor de edad viva con el padre.
Para garantizar la comunicación con su hijo, la asistente del hogar se comprometió a comprarle un teléfono celular para hacerle llamadas y video llamadas; además, entregará una pensión de alimentos de 1,547 córdobas, equivalente al 25 por ciento de su salario mensual y asumirá el 50 por ciento de los gastos por medicinas, cuando no los suministre el Seguro Social.
El acuerdo incluye además su anuencia para que a partir del 2022, el papá cambie al niño del colegio público a uno privado, asumiendo él los gastos que ello implica en un cien por ciento. Asimismo, el demandante se encargará de llevar e ir a traer al niño hasta la casa de la mamá, cuando ésta tenga permiso de salida de su trabajo.
Ante los acuerdos tomados entre las partes, la jueza décimo cuarto de distrito de Familia, doctora Karen Idania Hernández Hernández, resolvió decretar su homologación total.