MÉDICOS FORENSES FUNDADORES DESTACAN AVANCES DEL IML


Médicos forenses fundadores del Instituto de Medicina Legal destacaron los avances y logros de esta institución, a 23 años de haberse fundado para fortalecer la administración de justicia nicaragüense.
El doctor Néstor Membreño, médico forense fundador del IML, hizo una remembranza de la medicina forense en Nicaragua desde 1987, cuando se contaba con solo tres patólogos y no existía el actual edificio de la institución, inaugurado en 1999.
“El inicio fue duro, en ese momento era joven y con todas las energías. Había ocasiones que los turnos eran cansados, porque eran hasta de 24 horas. En estos 23 años los avances del IML son sustanciales, en el sentido de la calidad de los peritajes y dictámenes, que ha avanzado increíblemente. Nuestros niveles técnico-científicos son comparados con institutos de Latinoamérica”, dijo el patólogo.
El doctor Membreño explicó que dentro de los avances destacan la creación de las normas de procedimientos y la especialización de los médicos forenses en otros países. “Recuerdo que recién inaugurado el IML, un grupo de médicos fuimos a capacitarnos a España, hicimos una rotación en los servicios del Instituto Atómico Forense de Madrid, ayudándonos a consolidar los conocimientos al servicio de la justicia”, dijo el médico forense.
La doctora Cándida Rosa Chávez Palacios, especialista en Medicina Forense, ingresó al Poder Judicial en el año de 1995 como forense suplente y en 1999, cuando se abrieron las instalaciones del actual edificio del IML, formó parte del equipo de forenses.
“En 1999 se da la apertura formal de las oficinas administrativas, consultorios clínicos, laboratorios y área de patología. Han transcurrido 23 largos y fructíferos años de ejercicio médico legal”, dijo la doctora Chávez, quien se ha desempeñado en el área pericial “Doctor Juan María Navas”, en la Clínica Integral de la Mujer, Clínica de la Niñez y Adolescencia y en el área de Patología.
“En estos 23 años el IML ha alcanzado muchos logros en el desarrollo científico técnico, se ha ampliado la infraestructura para albergar más clínicas y laboratorios, en la formación de especialista en medicina forense y en la ampliación de especialidades en psiquiatría, psicología, odontología y maxilofacial”, explicó la funcionaria.
Normas científicas
Agregó, “también en la elaboración de normas científico--técnicas para el abordaje de cada pericia, protocolos de atención a víctimas y en la ampliación de la red del sistema nacional forense, con nuevas delegaciones en el país”, finalizó la doctora Chávez.
Por su parte, el doctor Oscar Bravo, especialista en antropología forense, ingresó a finales de 1999. “Regresaba de estudiar una especialidad fuera de Nicaragua y se estaba inaugurando el IML, como una institución de investigación criminal al servicio de la justicia. La inauguración me causó un positivo impacto, pues al irme a estudiar en 1996 no existía algo así, aunque si la figura del médico forense, pero atendían en sus clínicas privadas y hacían pocas autopsias”, recordó.
“Al ingresar al IML, recuerdo que en ese tiempo éramos de 12 a 14 médicos y hacíamos de todo, como valoraciones del daño corporal y autopsias. Salíamos de las clínicas a realizar autopsias en morgue, valorábamos delitos sexuales, íbamos a levantamientos de cadáveres. Al inicio fue estresante, pero al final edificante, porque hoy por hoy tenemos médicos especialistas en ciencias forenses y contamos con el apoyo de los laboratorios forenses, como el laboratorio de biología molecular de ADN, de antropología y radiología, entre otros”, enfatizó el antropólogo.
El licenciado Sixto Gómez entró al IML el 1 diciembre del 1999, como histopatólogo en el laboratorio de Histopatología. “Desde sus inicios era una maravilla, el ambiente era armonioso y cada quien tenía disposición; me da orgullo decir que soy fundador y aún estoy aquí”, dijo Gómez.
“En estos 23 años ha sido muy buenos los avances del IML, en cuanto a la calidad del trabajo realizado, la coordinación entre el laboratorio de histopatología y el departamento de patología es excelente, pues con base a la calidad de los dictámenes que realizan los médicos forenses, se va creando una mejor justicia”, exteriorizó.
Explicó que en su área, una vez que el médico forense realiza la autopsia, él se encarga de realizar los cortes de tejidos de los órganos, los cuales son procesados en el laboratorio de histopatología. Una vez realizados los cortes, se procesan las muestras por un tiempo de 12 horas, se hacen tacos de parafina congelados y se le pasa al patólogo, para que analice los resultados y ellos hacen el diagnóstico.