RECONCILIACIÓN ENTRE PADRE E HIJOS EN AUDIENCIA JUDICIAL DE FAMILIA


* Jóvenes piden disculpas a su progenitor por la mala relación que han tenido en los años recientes.
Una pareja que se sometió a juicio para divorciarse después de 22 años de convivencia, recibió una lección de respeto y humildad por parte de dos de sus tres hijos, cuando en plena audiencia judicial estos pidieron perdón al padre, por agravios cometidos contra él.
Los jóvenes participan en el proceso como terceros pues, además de una pensión de alimentos para ellos porque aún estudian, la demandada (madre de ambos), propugna por el cuido y crianza del hijo de diez años, pensión compensatoria para ella y el uso y habitación del inmueble en el que han vivido desde que la pareja se casó.
Esa tarde, en la sala se percibía un ambiente de tensión, cuando de pronto Samuel Orlando y Frank Alexander, de 22 y 19 años, respectivamente, pidieron a la jueza noveno de distrito de Familia, doctora María de los Ángeles Soza, les permitiera decir unas palabras a su papá.
Los muchachos se dirigieron a don Frank Alexander Sevilla Corea y ante la mirada de la demandada, la autoridad judicial y las abogadas, le dijeron. “Quiero pedirle disculpas, papá, si en algún momento tuvimos roces, sé que nuestra relación no fue buena, y le pido que me termine de ayudar en lo poco que me falta (para salir de la universidad)… pido disculpas a mi padre, siempre lo traté con respeto, desde que inició el proceso de divorcio”.
El señor Sevilla Corea, de profesión abogado y promotor de la demanda, respondió; “Acepto las disculpas…lo único que pido es que les dejen de calentar la cabeza, ninguno me habla, ni el chiquito…”, en alusión a la indiferencia con que siente lo han tratado sus hijos mayores en los años recientes.
Don Frank Alexander y sus hijos Samuel y Frank accedieron a compartir su satisfacción por el acercamiento alcanzado después de años de indiferencia.
Fuerte abrazo
Lo que siguió fue un abrazo entre padre e hijos. El emotivo momento conmovió a la audiencia y con mayor o menor profusión, algunas lágrimas rodaron por las mejillas de la judicial, la defensora pública y la abogada del demandante.
De acuerdo con las conclusiones plasmadas en la valoración psicológica practicada al núcleo familiar por la licenciada Cinthya Alvarado Paiz, tanto el padre como la madre han cometido desaciertos como pareja y como progenitores, aunque es la madre la que ha asumido el rol de protectora y supervisora del hijo de diez años, cuyo cuido y crianza sería definido por la jueza Soza.
La psicóloga Alvarado Paiz consignó que la madre de los jóvenes es sensible a sus necesidades físicas y emocionales, y aunque el padre también se preocupa por la seguridad del “cumiche”, éste lo percibe como una figura distante y de discurso descalificante para sus hermanos.
“El alcohol no contribuye al establecimiento de una dinámica familiar adecuada para el desarrollo integral de su hijo, por lo que la idónea para el cuido y crianza del hijo menor es la madre”, advirtió la especialista en psicología.
Entre los presuntos desatinos cometidos por la pareja en el pasado reciente, están los de ofenderse frente a los hijos, y por parte del padre llevar al hogar a personas ajenas a la familia para ingerir licor, provocando en sus hijos rechazo y posturas confrontativas hacia él, así como inestabilidad emocional en el menor de edad.
Puede ser una imagen de 3 personas, personas de pie y texto que dice ""Foto: TRIBUNAL DE FAMILIA MANAGUA""

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