NANDAIME Y EL RECONOCIMIENTO DE NICARAGUA A LOS HÉROES QUE OFRENDARON SU VIDA POR LA PAZ

 NANDAIME Y EL RECONOCIMIENTO DE NICARAGUA A LOS HÉROES QUE OFRENDARON SU VIDA POR LA PAZ




La celebración de los 50 años de la Gesta de los Héroes de Nandaime no solo pone de manifiesto el reconocimiento del Pueblo Nicaragüense a cuatro jóvenes que ofrendaron su vida por la Patria, sino que llena de orgullo a ese municipio de Granada que los incorporó con cariño a su historia.
Con emociones encontradas todavía a flor de piel, Iván Turcios Chavarría, hermano de Óscar Turcios, su hijo, Óscar Turcios Huembes, el profesor Roberto Morales Avilés, y con Escolástico Quezada, hermano de Juan José Quezada conversaron con Alberto Mora en la Revista En Vivo de Canal 4.
Iván Turcios habló un poco sobre la personalidad de Óscar, de su entrega y como lo ve a lo largo del tiempo en su lucha sandinista Cuenta que Óscar desde muy joven traía esos ideales revolucionarios, ya no se podía detener, fue presidente de la Federación de Estudiantes Revolucionarios, ganó un premio de literatura donde le dieron dinero para viajar a Estados Unidos, pero él prefirió ir a Rusia.
Añade al relato sobre su hermano que en la juventud patriótica conoció al Comandante Carlos Fonseca Amador y afianzó su amistad con Julio Buitrago Urróz. Era político militar en las montañas, y trabajó en la ciudad, dedicado siempre al Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Iván Turcios recuerda cuando su hermano le confió que se iba a la clandestinidad, “o regreso muerto o con el triunfo de esta revolución”, le dijo. Unos años después se dieron cuenta de su caída por la radio, anunciando que terroristas habían muerto a manos de la gloriosa Guardia Nacional de Somoza. No querían entregar su cuerpo.
Hoy la familia de Óscar Turcios se siente orgullosa de Nandaime, el cariño y reconocimiento que le hacen a estos cuatro héroes, “les han dado vida, y ha hecho todo para recordarlos, y seguirán recordándolos, porque el FSLN no es para ratito, es para toda la vida, el FSLN continuará en la juventud que hoy se viene preparando para que esta revolución perdure”, dijo.
Por su parte, Óscar Turcios Huembes, hijo del héroe de la revolución se siente orgulloso por la celebración y el recuerdo de su padre, teniendo siempre presente las historias combativas y la labor organizativa que realizó ese héroe que ofrendó su vida por la Nicaragua que hoy tenemos.
Roberto Morales mostró un poco de su hermano, Ricardo Morales, a quien describe como un hombre muy convincente y convencido de lo que estaba haciendo, “sabía a lo que se metía. Era sencillo. En aquel momento no se le decían comandante como ahora, era un militante más dedicado a lo que estaba haciendo, con miras hacia el futuro, aun cuando estaba casi seguro que no iba a ver el triunfo de la Revolución, decía que él trabajaba por el futuro, por los nietos, decía que la revolución no era de un día para otro, sino que se afianzaba paso a paso. No se equivocó”.
Recuerda cuando supieron de la caída de Ricardo. Se supo de la noticia del enfrentamiento, pero hasta el día siguiente se confirmó. Y otra lucha fue que la guardia de Somoza entregara el cuerpo de Ricardo Morales. Ya en horas de la tarde se hizo el entierro muy apoteósico, cayó un aguacero y nadie se movió, y la guardia impresionada solo miraban de lejos a la gente llorando a sus héroes..
Destaca Roberto Morales que es un merecido homenaje, el reconocimiento del pueblo a su entrega, a la lucha revolucionaria.
Por su parte, Escolástico Quezada, hermano de Juan José Quezada, se refirió a las personas que anteponen la patria a la familia, “esos son los héroes. Para mi papá y mi mamá fue muy duro, porque Juan José dejó atrás a su familia para integrarse a la familia del Frente Sandinista y entregar su vida por la Patria”.
Juan José se une al FSLN desde que estaba en secundaria. Cuando secuestró un avión el 4 de noviembre de 1969, tenía apenas 19 años.
50 años se dice fácil. “50 años cifra emblemática, 50 años que no son jugando, esta gesta heroica marca un antes y después para el FSLN, porque lo que pasó aquí ( en Nandaime), pone de manifiesto la preparación militar que tenía el FSLN. La guardia se quedó asombrada, y luego el aspecto heroico y la importancia de las figuras que aquí murieron. Avivó la lucha revolucionaria, luego el asalto de la casa a Chema Castillo y luego el asalto al Palacio”.
Para Escolástico llama mucho la atención, como Nandaime asume, la caída de estos cuatro héroes, como algo muy propio, incorporado al legado heroico de la ciudad, algo apreciable, que también nos debe de poner a reflexionar sobre los miles de héroes anónimos que también ofrendaron su vida porque hoy Nicaragua viva en paz.