CULTO DE ACCIÓN DE GRACIAS POR LA SALUD Y EL TRABAJO EN EL TRIBUNAL DE FAMILIA

 

Un grupo de servidores públicos del Tribunal de Familia, celebró un encuentro para “agradecer a Dios por un año más que nos permite continuar ejerciendo nuestras labores”, acto en el que la licenciada Gley Acosta ofreció su testimonio de vida, luego que su hermana sobreviviera a un cáncer de estómago que según un médico se la llevaría a la tumba.
El culto de acción de gracias tuvo lugar al final de la jornada laboral del 18 de febrero, cuando la jueza noveno de distrito de Familia, doctora María de los Ángeles Soza, ofreció las palabras de bienvenida y junto a los participantes dio gracias a Dios por un día y un año más de vida y de trabajo.
Acosta, asistente de despacho, relató que un día de marzo del año pasado, el médico de su hermana dijo a la familia: “Alisten el ataúd porque ella se va a morir”. La servidora pública agregó: “Todos quedamos en shock… a veces (los médicos) no tienen corazón para decir las cosas, pero fue entonces que le dije a Dios, Señor, tomá esta carne; yo no sé qué vas a hacer pero yo no quiero enterrar a mi hermana”.
El milagro que Acosta testimonió haber recibido de parte de Dios para su hermana, ocurrió después que en medio del dolor y la desesperación, ella y su familia atiborraron los buzones de mensajería de todos sus amigos, pidiendo oraciones por la salvación de su hermana.
Recordó que desde ese día, el Señor ha proveído todo lo necesario para suplir los recursos económicos para satisfacer los requerimientos de su hermana. Ahora la sobreviviente de cáncer recibirá tratamiento psicológico, “pero ya el cáncer en el estómago desapareció y eso solo Él pudo hacerlo”.
El culto de acción de gracias transcurrió entre llamados a la oración constante, la invocación de Salmos, cantos y danzas de alabanza, y la intervención del pastor Guadalupe Gómez Ríos.