CHICHIGALPA: HOMBRES TAMBIÉN DEMANDAN PENSIÓN ALIMENTICIA

 

* Judicial expone nueva situación creada por el fenómeno migratorio.
La doctora Martha Virginia Ríos Blanco, jueza Local Único de Chichigalpa, afirmó en el programa “Una Hora con la Justicia”, que los hombres de ese municipio del Occidente de nuestro país, también están demandando pensión de alimentos para su hijos.
“Aunque se ve poco, porque para el hombre pedir la pensión de alimentos es vergonzoso, en el Juzgado de Chichigalpa hemos visto casos en que los padres se quedan a cargo de sus hijos y demandan a las mujeres por pensión de alimentos”, explicó la doctora Ríos Blanco en el programa radial, al que asistió acompañada por el facilitador judicial Denis José Mojica González.
La afirmación de la jueza fue respaldada por el facilitador judicial Mojica, quien señaló que “si bien hay hombres que para evadir sus responsabilidades paternas renuncian a sus empleos y hasta emigran a otro país, también hay madres que abandonan a sus hijos”.
Agregó, “cuando damos una charla o un asesoramiento en casos de familia, es necesario hacer énfasis en que la pensión de alimentos es un derecho de los niños y no de los padres, la ley no dice que solo las madres pueden demandar pensión de alimentos”.
Chichigalpa es un municipio del departamento de Chinandega, que tiene una extensión territorial de 222 kilómetros cuadrados, una población de 66,115 habitantes y está dividido en 75 barrios y comunidades, en donde la mayor conglomeración de personas está en la zona urbana. En la actualidad tiene 38 facilitadores judiciales, quienes han realizado 184 mediaciones en lo que va del año 2022.
La doctora Ríos Blanco expresó que la meta es tener 40 facilitadores judiciales, pero “lo ideal sería contar con uno en cada barrio o comunidad, pues el trabajo voluntario que realizan estos hombres y mujeres es de vital importancia no solo para el sistema de justicia, sino para la construcción de una vida en sociedad pacífica”.
“El impacto del trabajo de los facilitadores judiciales es enorme, yo considero que medirlo cuantitativamente no es suficiente, porque muchas veces el alcance de su mensaje es más grande de lo que creemos”, indicó la judicial.
Por su parte, el auxiliar de la justicia con más de seis años de experiencia, comentó que pese a su discapacidad motora, su entrega al Servicio de Facilitadores Judiciales no se limita a un horario laboral o a un solo espacio físico de trabajo, pues el presta sus servicios en el Juzgado Local Único, en la delegación policial y en su hogar.
“Un facilitador judicial que está realmente comprometido con lo que hace, siempre esta anuente a ayudar cuando se lo pidan, nosotros no tenemos un horario de trabajo, siempre, de día o de noche, pueden contar con nosotros”, dijo el señor Mojica González.
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Antes de ser jueza, la doctora Martha Ríos atendía a mujeres víctimas de violencia de la zona norte de Chinandega. “Muchas veces las víctimas no hacen uso de la justicia por las largas distancias que tienen que recorrer”, dijo.
“Cuando vivimos en la ciudad y todo lo tenemos relativamente cerca, olvidamos que hay víctimas que para hacer uso de su derecho de acceso a la justicia tienen que recorrer largos caminos y hasta peligrosos, para poder llegar a una cabecera departamental”, manifestó la doctora Ríos.
Recuerdo --continuó diciendo la autoridad judicial--, cuando una usuaria me dijo: “doctora, es que para poder venir al juzgado tengo que levantarme a las dos de la mañana y luego hasta corro el riesgo de perder el bus de regreso”. Ahora con las nuevas carreteras, las distancias se hicieron más cortas y los tiempos de viaje menos cansados y se accede un poco más a la justicia.
La doctora Ríos indicó que su motivación para trabajar en la búsqueda de auto sostenibilidad del Servicio de Facilitadores Judiciales, se debe a que está convencida que los facilitadores contribuyen positivamente en temas como la violencia de género, reconocimiento y reposici