Garantías democráticas y participación del 65,4%. La UE debe respetar la soberanía de este país y retomar la mediación y el diálogo.
Los comicios de Nicaragua celebrados ayer, domingo 7 de noviembre, se celebraron con absoluta normalidad y en un ambiente de tranquilidad, orden y con todas las garantías democráticas establecidas por la legislación vigente. En un primer informe presentado por el Consejo Supremo Electoral, con el 49,25% de las actas escrutadas y con una participación del 65,4% para elegir a la presidencia y vicepresidencia del país, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que lideran Daniel Ortega y Rosario Murillo, obtuvo el 74,99% de los apoyos con más de un millón de votos.
Habrá que esperar hasta hoy a las 8 de la tarde para conocer el segundo informe de la autoridad electoral y en el que se prevé tener resultados definitivos de las candidaturas a los cargos presidenciales y un avance sobre la elección de los 70 diputados departamentales a la Asamblea Nacional y 20 diputados nacionales al Parlamento Centroamericano.
Hasta el momento se han escrutado 6.629 actas de un total de 13.459, lo que suponen 1 millón 424mil 642 votos. Así pues y de forma siempre provisional hasta tener datos definitivos el apoyo popular a los partidos y alianzas electorales quedaría así:
- PLC: 14.40%
- FSLN: 74.99%
- CCC: 3.44
- ALN: 3.27%
- APRE: 2.20%
- PLI: 1.70%
Hay que recordar que este proceso ha contado con 230 acompañantes electorales internacionales de más de una cuarentena de países que estuvieron presentes en las distintas Juntas Receptoras de Voto, así como de una amplia presencia de medios de comunicación acreditados.
La representación internacional ha coincidido muy mayoritariamente en que las elecciones se han realizado en total libertad y sin ningún tipo de condicionamiento en un contexto de pandemia y en un país asediado por las sanciones y agresiones que intentan extorsionar a la población.
El sistema de votación cuenta con numerosas auditorias que se llevan a cabo tanto antes del día de la votación como durante de la misma, un proceso absolutamente limpio y transparente y que garantiza toda la seguridad democrática.
Nicaragua ha dado una nueva lección de dignidad al mundo en general y a la Unión Europea en particular, que esperemos, a partir de ahora, respete la soberanía de este país, que no quiere ser colonia ni patio trasero de nadie.
La UE debe retomar la senda de la mediación y el diálogo, respetando a un pueblo que ha decidido ser libre, soberano y vivir en paz.