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* Afirma la magistrada presidenta de la CSJ Dra. Alba Luz Ramos Vanegas, en tributo rendido a la memoria del Dr. Rosales por los jueces de Managua.
“La ausencia del doctor Francisco Rosales Argüello se notará en esta institución”, afirmó la magistrada presidenta de la Corte Suprema de Justicia, doctora Alba Luz Ramos Vanegas, al hacer uso de la palaba en un sencillo tributo rendido por jueces de Managua y directores, a la memoria del doctor Rosales Argüello, en la Sala de Vistas y Alegatos de la CSJ.
“La historia de lucha y compromiso del doctor Francisco Rosales Argüello es notable, como también lo era su personalidad: afable. Era difícil para él pasar desapercibido, no solo por su gran tamaño físico, sino también por su voz firme, al igual que su carácter fuerte y decidido”, expresó la magistrada presidenta de la CSJ, doctora Alba Luz Ramos Vanegas.
La doctora Ramos Vanegas recordó que el doctor Rosales Argüello, aparte de ser una persona de gran presencia, era uno de los magistrados con más larga trayectoria.
En ese orden, la magistrada presidenta recordó que el doctor Rosales Argüello fue electo en el cargo de magistrado por la Asamblea Nacional en el año 1996, destacándose en su labor al frente de la Sala de lo Constitucional, de la que fue presidente; y también como miembro de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
El doctor Rosales Argüello también fue representante de la Corte Suprema de Justicia ante la Comisión Nacional de Desarrollo Sostenible (CONADES); integrante de la Comisión Especial de Registros, presidente de la Comisión Redactora del Nuevo Código del Trabajo e integrante de la Comisión Redactora de la Ley General de Registros Públicos, de la Ley de Cooperativas y de la Ley de Justicia Constitucional; sin contar las innumerables conferencias, congresos, cátedras y publicaciones que realizó desde su función jurisdiccional, para enriquecer el acervo jurídico de los administradores de justicia y profesionales del Derecho.
La magistrada presidenta agregó que el doctor Rosales Argüello “ejerció un sinnúmero de funciones, en las que brindó valiosos aportes al proceso de modernización del Poder Judicial”.
Destacó que el doctor Rosales tuvo una larga hoja de servicio al pueblo de Nicaragua, que inició desde muy joven: fue secretario de actuaciones en el Juzgado de Distrito de León, entre los años 1965 y 1967; pasando luego a su servicio en la Academia, como director de la Escuela de Derecho y Catedrático de Derecho del Trabajo y de Derecho Civil de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, de 1980 a 1982.
Impartió las cátedras de Derecho Civil, Derecho Laboral y Derecho Internacional Público y Privado en la Facultad de Derecho de la Universidad Centroamericana, entre los años 1982 y 1990. Asumió el cargo de Ministro del Trabajo entre los años 1990 y 1996.
El tributo rendido por los jueces y directores, finalizó con un minuto de silencio, que fue roto con la consigna ¡Hasta la Victoria Siempre, doctor Francisco Rosales Argüello!
No obstante, afirmó la magistrada presidenta, “el compromiso social de Francisco no se limitó a los escritorios, sino que tempranamente mostró sus inquietudes para aportar a la transformación del país, lo que le llevó a ser militante de la Juventud Patriótica Nicaragüense en 1959, militante del Frente Estudiantil Revolucionario en 1962. Posteriormente se integró a la lucha armada para derrocar a la dictadura somocista en el FSLN, después que la Guardia Nacional asesinara a su hermano Oscar Danilo Rosales, en las montañas del norte del país.
Rememoró que fue enviado junto a compañeros entrañables, como los Comandantes Guerrilleros José Valdivia, René Vivas Lugo, Juan José Quezada, Patricio Argüello Ryan y otros.
Indicó que por su destacada labor el doctor Rosales Argüello llegó a ser encargado de las Relaciones Internacionales del FSLN en Europa; y por sus actividades clandestinas cayó preso en Costa Rica, junto a Oscar Turcios.
“Como podemos ver, la historia de lucha y compromiso del doctor Rosales Argüello es notable, como también lo era su personalidad: afable. Era difícil para él pasar desapercibido, no solo por su gran tamaño físico, sino también por su voz firme, al igual que su carácter fuerte y decidido”, acotó.
“Vaya hasta el cielo nuestro abrazo al doctor Rosales Argüello, así como nuestra solidaridad para su familia, en particular sus hijos, nietos, para su esposa Ruth Castro, a quienes deseamos que Dios brinde cristiana resignación”, finalizó la magistrada presidenta de la Corte Suprema de Justicia, doctora Alba Luz Ramos Vanegas.
El tributo rendido por los jueces y directores, finalizó guardando un minuto de silencio, que fue roto con la consigna ¡Hasta la Victoria Siempre, doctor Francisco Rosales Argüello!
El sencillo, pero significativo tributo fue presidido por los magistrados, doctores Alba Luz Ramos Vanegas (Presidenta) y Marvin Aguilar García (Vice-Presidente).
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