CONMEMORAN 43 ANIVERSARIO DEL TRÁNSITO A LA INMORTALIDAD DE "LA MASCOTA"


La Juventud Sandinista, con mucho júbilo, conmemoró el 43 aniversario del paso a la inmortalidad de Manuel de Jesús Rivera "La Mascota".
La actividad se llevó a cabo en el parque infantil La Mascota, ubicado en el Reparto Cuadra en el Distrito V, de Managua.
La compañera Lucía Mendoza, voluntaria de Promotoría Solidaria, dijo que conmemoraron el 43 aniversario del tránsito a la inmortalidad de Manuel de Jesús Rivera La Mascota, con un festival infantil, donde se dio el quiebre de piñatas, juegos tradicionales, regalías para los niños, así como otras dinámicas que deleitó a los participantes del evento.
“Conmemorando siempre a Manuel de Jesús, por medio de este tipo de actividades. Dejó un legado histórico trayendo alegría a la juventud nicaragüense”, expresó.
Comentó que basado en el legado que dejó Manuel de Jesús Rivera La Mascota, la juventud de hoy siempre debe defender la Revolución cumpliendo con el legado del niño héroe.
Refirió que la juventud y el pueblo de Nicaragua siempre debe mantenerse en pie de lucha, para defender la Revolución.
Los niños, jóvenes y adultos que asistieron al parque infantil La Mascota, disfrutaron de las distintas dinámicas y, sobre todo, conmemorando al niño héroe, que ofrendó su vida por ver una Nicaragua Libre y Siempre Bendita.
QUIEN ERA MNAUEL DE JESUS RIVERA “LA MASCOTA”?
Manuel de Jesús Rivera nació en los cafetales de Diriamba, Nicaragua. Su madre era una humilde recolectora cafetalera. Este se ganaba la vida en los mercados cargando canastos, descargando camiones, haciendo mandados y lustrando zapatos.
Hacia muchos meses que se había ganado el sobrenombre de “Mascota”, porque debido a su edad, su estatura, su arrojo y simpatía, era el más querido de todos los muchachos sandinistas que combatían a la Guardia Nacional (GN) en Diriamba y en las ciudades vecinas.
Como combatiente popular, sus familiares lo recuerdan en su trabajo de guerrillero y correo, además, era ágil, lograba actuar con rapidez y discreción, nadie lo veía. Una de sus tantas acciones en Monimbó, en la insurrección de febrero de 197, era casi leyenda: “había quemado el vehículo a un oficial de la guardia, quien juró vengarse”.
El 5 de octubre de 1978, la guardia somocista atacó Diriamba. El niño, que sabía que era buscado por la Guardia (ya habían matado a niños por confundirlos con “La Mascota”). Este, camuflándose entre el pueblo, se fue corriendo hasta llegar a esconderse. Sin embargo, una comerciante, mediante señas, delató el escondite de Manuelito. La Mascotas se había metido en una caja en bolsas de café.
Puede ser una imagen de 1 persona, de pie, globo, pelota, al aire libre y texto que dice "IBU Carlos Cortez"

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